La psicología es
una importante herramienta para que una persona mejore en el ámbito de la buena
nutrición y con esa finalidad llevar una buena dieta ya sea para tener una
buena vida saludable o simplemente para tener una buena imagen corporal.
Cuando un psicólogo
y un nutriólogo se apoyan para tratar a un niño este tendrá la seguridad de que
va a tener unos resultados positivos, ya que gracias al psicólogo el paciente
se sentirá mejor con su autoestima por que un niño con sobrepeso y obesidad tiene
siempre problemas de cómo lo ven los demás, y al darse cuenta que ella es
importante, el paciente sabrá que tener salud es lo que en realidad es
importante.
El nutriólogo también
es un factor de lo más importante ya que lo ayudará a poder tener una dieta
variada y equilibrada para que tenga una muy buena salud o simplemente una
buena imagen corporal.
Cuando un psicólogo
nos ayuda a arreglar problemas emocionales de los pacientes es de lo más importante
que ellos aprendan por qué comen lo que comen, ya que muchos de los niños gorditos
comen por qué otros niños los hacen sentir mal por su peso.
Las
emociones afectan nuestra dieta
En muchas ocasiones los niños no conocen la alimentación, el problema es
que no se adhieren a un plan dietético por muchos motivos: falta de motivación,
objetivos poco realistas, creencias de autoeficacia negativas, exposición a estímulos
interferentes y, sobretodo, un estado anímico bajo.
La relación emociones-nutrición es clara, ya que en momentos de
inestabilidad emocional somos más propensos a consumir alimentos grasos. Esto
no es positivo para el control de peso y provoca un exceso de grasa en la
dieta. Cuando usamos la dieta para calmar nuestro estado emocional, a esto se
le llama alimentación emocional.
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